Cada año International Transparency emite informe sobre el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) a nivel mundial.
Son muchas las acciones en contra de la corrupción que deben realizar las naciones y sus encargados de combatirla
El documento cobra importancia debido a los actuales vientos de recesión macroeconómica internacional y admite un serio cuestionamiento acerca de las tendencias que los ciudadanos del hemisferio han adoptado para elegir sistemas de gobierno que poco o nada aportan para mejorar el clima de transparencia en sus naciones.
Por: Sergio Hernández Chalarca, Especialista en marketing estratégico y Copywriter profesional para agencias de publicidad, marketing y relaciones públicas
En su análisis para 2022, el organismo internacional indica que de 180 países, 124 conservaron su posición con respecto al año anterior y aumentó el número de naciones que perdieron condiciones (o voluntad) para disminuir sus índices de corrupción gubernamental administrativa.
Lo anterior supone que los expertos en prospectiva estratégica no sean optimistas en sus estimaciones si tenemos en cuenta la fragilidad de la paz internacional en medio de la invasión de Rusia a Ucrania, los flujos migratorios cada vez más incontrolables y anarquizados, las dificultades en materia logística, la ambigüedad de un supuesto nuevo orden mundial sin sustento, y la incertidumbre alimentaria y de salud luego de una pandemia que aún no termina y que sigue cobrando vidas humanas.
Del informe se deduce, y la realidad lo indica, que los países con mayores niveles de corrupción sean más proclives a presentar niveles más altos de crimen organizado y mayores amenazas a la seguridad, factor que ahuyenta la inversión extranjera, el movimiento de capital sano, el mejoramiento de las cadenas locales de valor en todos los sectores productivos y el fortalecimiento de sus divisas. El índice clasifica a 180 países reconocidos por la ONU en atención a sus niveles percibidos de corrupción en el sector público gracias a datos aportados por 13 fuentes, entre las cuales se encuentran expertos, empresarios, gobiernos y medios de información. Se emplea una escala de cero a 100, donde cero es muy corrupto y 100 es muy limpio.
Las Américas en deuda
El documento indica que, por cuarto año consecutivo, las Américas obtienen un discreto promedio de 43 sobre 100: “La falta de acciones audaces y decisivas para combatir la corrupción y fortalecer las instituciones públicas está alimentando las actividades del crimen organizado y otras fuentes de violencia. También está socavando la democracia, los derechos humanos y el desarrollo”. Por tratarse de datos aportados hasta diciembre de 2022, es necesario tener en cuenta que hubo transiciones producidas por cambios de enfoque de gobierno hacia el socialismo en países como Perú, Colombia, Brasil y Chile. Por lo tanto, quedamos a la expectativa de los datos consolidados que nos llegarán a diciembre de 2023. Sin embargo, hechos recientes como la destitución del presidente Pedro Castillo del Perú, la política de brazos abiertos del presidente Gustavo Petro en Colombia hacia bandas criminales organizadas y la amnistía de Gabriel Boric en Chile hacia militantes de escuadrones que protagonizaron revueltas sociales; dan cuenta de una inestabilidad política que afecta a la región y el clima para los negocios.
El furgón de cola
Al abordar el análisis de las veinte naciones más corruptas del planeta, encontramos a viejos conocidos latinos como Venezuela con el puesto número 4, Nicaragua en el puesto 12, Honduras en el 23 y Guatemala en el 28.
En un análisis geopolítico, si bien la mayoría de naciones que constituyen el furgón de cola del ranking, en teoría cuenta con regímenes presidencialistas, voto popular y existencia de partidos políticos; en la práctica presentan serios vicios de corrupción administrativa y dificultades en materia de derechos humanos, contratación estatal con desvío de recursos, exagerado control a la actividad productiva local, autoritarismo, totalitarismo y escasa o nula libertad financiera. Bastiones del comunismo internacional han liderado las peores estadísticas de corrupción, entre ellos Corea Norte y Venezuela. Para 2022 ya encontramos a Rusia en el puesto 42 a nivel mundial. No es coincidencia que ocupen casi los mismos puestos en materia de escasa libertad financiera.
El reto: ¿qué hacer?
International Transparency, como resultado de este informe, sugiere a las naciones que deseen mejorar su posición en el ranking, la atención a cuatro ejes esenciales: conservar el concepto de separación de poderes, transparencia en el acceso a la información y la contratación estatal, regulación del cabildeo y la promoción del acceso abierto a la toma de decisiones, y combate a los vicios de corrupción internacional.
Nuestro análisis y propuesta personal se orienta a la generación de condiciones para evitar estados de corrupción y no afectar la capacidad de las naciones para alcanzar desarrollo a niveles óptimos para sus ciudadanos:
-Ratificar y consolidar la separación de poderes: las naciones con menores niveles de corrupción son aquellas capaces de controlar y auditar el accionar del ejecutivo como ordenador del gasto público. Es indispensable que sus órganos de control sean absolutamente independientes y separadas de las otras ramas del poder público, tanto en lo administrativo como en lo presupuestal para garantizar el control fiscal y la sostenibilidad.
-Combinación estratégica entre lo público y lo privado: los planes de desarrollo no deben depender exclusivamente de la gestión gubernamental. Por eso se hace necesario promover la incorporación sustentable de capital privado a ejes como infraestructura, servicios públicos, salud, pensiones, generación de energía, entre otros.
-Auditoria externa en la administración de recursos de cooperación internacional: todos los recursos que nuestras naciones consiguen por parte de gobiernos y organismos externos para el desarrollo, deberían ser controlados por firmas consultoras contratadas para tal fin.
-Conformación de una estructura gubernamental delgada y ágil: un gobierno pequeño y eficiente permite que sus recursos en materia de divisas, impuestos y acceso a cupos de deuda se orienten a resolver las reales necesidades de sus ciudadanos.
Fuente: www.transparency.org/cpi
Crédito de imágenes: fotos de percepción de la corrupción creadas por rawpixel.com y Freepik fikry anshor en Unsplash
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