La protección del medio ambiente se ha convertido en eje transversal de los gobiernos y las empresas para sus proyecciones.
Colombia ocupa el cuarto lugar en producción de residuos eléctricos y electrónicos y el primero en la formulación de gestiones para su adecuada disposición.
A lo largo de los últimos años, las organizaciones han desarrollado e implementado lineamientos en sus plataformas corporativas, en aras de introducir acciones enfocadas en el reciclaje ambiental y establecer gestiones integrales de los residuos que se generan con el objetivo de cumplir con las metas de desarrollo sostenible.
Los gobiernos locales y la sociedad se han concientizado sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, por lo cual se han establecido diversas normas que exigen a las empresas a tomar las medidas necesarias para mitigar el impacto negativo que ejercen sobre el planeta. A su vez, los programas de reciclaje conllevan beneficios económicos para las organizaciones y su entorno, pues se crean oportunidades de empleo y se potencializa el rendimiento de los activos sobre la inversión inicial.
Dentro de este ámbito, los residuos tecnológicos requieren de un tratamiento especial debido a que sus componentes como el mercurio, plomo, cadmio, entre otros, pues resultan nocivos para la salud del ser humano y afectan de manera notoria al medio ambiente. En Colombia, la Ley 1672 de 2013 insta a las empresas que comercializan con aparatos eléctricos y electrónicos a gestionar su reciclaje y a brindar al consumidor los espacios para la recolección.
De acuerdo a un informe publicado el año pasado por la Universidad de Naciones Unidas, el monto de residuos eléctricos y electrónicos durante el año 2016 en el mundo fue de más de 44 millones de toneladas, mientras que en 2017 se incrementó esa cifra a 46 millones de toneladas. A finales del presente año se espera que la cantidad producida de residuos supere los 49 millones de esa unidad de peso.
Para el caso de América Latina, esta región genera el 9% de toda la basura electrónica del mundo y cada año se incrementa entre un 5% y un 7%. Por su parte Colombia ocupa el cuarto lugar en producción de estos residuos, por delante se encuentran Brasil, México y Argentina, aunque se ubica en el primer lugar al momento de realizar su respectiva gestión y disposición.
En ese sentido, la ANDI lleva a cabo proyectos de post consumo enfocados en el control y manejo de este tipo de residuos. El ingeniero Edgar Erazo asegura que, por ejemplo, “los computadores se componen en su mayoría de la mitad de los elementos de la tabla periódica química, mientras que algunos son nocivos para la salud, otros componentes como el plástico, hierro, aluminio, cobre o vidrio se pueden reutilizar” y agrega que en Colombia los equipos que pueden repararse se destinan a favorecer a la población vulnerable del país, a través de diferentes ONG´s.
Por su parte, la empresa Equipnet, encargada de brindar soluciones para la gestión de activos excedentes, mantiene vigente una alianza estratégica con la organización Windfield Alloy, líder en el reciclaje de activos tecnológicos que ofrece programas ecológicos, confiables y seguros, los cuales cumplen con las normas locales y federales, además de implementar un sistema de gestión ambiental acorde con ISO 14001:2004.
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Al respecto, Abel Peña, Marketing Manager de Equipnet, asegura que la reutilización de equipos electrónicos beneficia a las organizaciones porque “los servicios de reciclaje se asumen como una manera de apoyar los esfuerzos de reducción del impacto ambiental de las empresas, pero en especial, desde Equipnet, se promueve la cultura de reúso con la promoción que se efectúa al mercado de segunda mano, buscando que las empresas le den una nueva vida a maquinaria que en otras empresas ya cumplió su ciclo.”