La COP16: un reto

Dado que la COP16 tendrá lugar en Colombia es clave, pues este es un país de vasta biodiversidad

Opinión

Según la página oficial, las memorias del desarrollo sostenible se remontan a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada en Suecia -1972-, la cual fue la primera gran reunión de ONU sobre el tema del medio ambiente.

 

La Conferencia de las Partes o COP (por sus siglas en inglés), hace referencia al Convenio sobre Diversidad Biológica

El encuentro adoptó la Declaración y el Plan de Acción de Estocolmo que establece principios para la preservación y mejora del medio ambiente humano, con recomendaciones para la acción ambiental internacional. Las ponencias crearon el primer programa de las Naciones Unidas, centrado únicamente en cuestiones ambientales.

 

Por: Alberto Arbeláez Ramírez, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

 

Veinte años después, en la histórica Conferencia, conocida como “Cumbre para la Tierra”, celebrada en Río de Janeiro (Brasil) -1992-, la ONU -Fundada el 24 de 0ctubre de 1945-, buscó ayudar a los gobiernos a repensar el desarrollo económico y encontrar formas de dejar de contaminar el planeta y de agotar sus recursos naturales.

 

La "Cumbre para la Tierra" fue el punto culminante de un proceso que había comenzado en 1989, de planificación, educación y negociaciones entre los Estados Miembros de las Naciones Unidas, que condujo a la aprobación del “Programa 21, un consenso mundial oficial sobre el desarrollo y cooperación ambiental.

 

La “Cumbre para la Tierra” también produjo la Declaración de Río, que tenía 27 principios, sobre alianzas nuevas y desarrollo mediante la solidaridad entre los Estados, los sectores sociales y los individuos. Reflejaban la responsabilidad de los seres humanos por el desarrollo sostenible, el derecho de los Estados de aprovechar sus propios recursos según sus propias políticas ambientales y de desarrollo, y la necesidad de ayuda del Estado en la erradicación de la pobreza y la protección del medio ambiente.

 

En la histórica Conferencia de Río, 172 gobiernos (108 Jefes de Estado) adoptaron varios acuerdos importantes para orientar los enfoques futuros del desarrollo, entre ellos: el “Programa 21”, destinado a reflejar un consenso internacional para apoyar y complementar las estrategias y planes nacionales para el desarrollo sostenible y que exhortó a todos los Estados a participar en la mejora, protección y gestión de los ecosistemas y buscar un futuro más próspero para la humanidad y la “Declaración de los Principios Forestales”, un conjunto de bases que sustentan la gestión sostenible de los bosques en todo el mundo. Además, en la Cumbre se abrieron a la firma 2 instrumentos jurídicamente vinculantes: la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Convenio de la Diversidad Biológica. Sumado a que se iniciaron las negociaciones en relación a la “Lucha contra la Desertificación, que se abrió a la firma en 1994 y entró en vigor en 1996.

 

En 2002, se realizó la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de Johannesburgo (Sudáfrica) y en la cual no estuvo Colombia; dio origen a un nuevo Plan de Acción. En dicha reunión, Mbeki, mandatario de Sudáfrica y presidente de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, manifestó: “…La Cumbre tiene por lema: “Las personas, el planeta y la prosperidad”. Se centra en el mejoramiento de la vida de las personas de todas partes por medio del desarrollo sostenible. Lo que se espera de nosotros es que acordemos medidas prácticas que ayuden a la humanidad a lograr esos resultados. El plan de aplicación de Johannesburgo que hemos de debatir y negociar debe ser un verdadero plan de aplicación, un plan de acción factible y fructífero para la realización de los objetivos que la humanidad ya se ha fijado”.

 

COP16 Colombia

 

La décima sexta reunión de los países que han ratificado el Convenio sobre Diversidad Biológica, le corresponde a nuestro país, el cual se normatizó a través de la Ley 165 de 1994, teniendo como objetivos “la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos, mediante, entre otras cosas, un acceso adecuado a esos recursos y una transferencia apropiada de las tecnologías pertinentes, teniendo en cuenta todos los derechos sobre esos recursos y a esas tecnologías, así como mediante una financiación apropiada” y que en el ámbito jurisdiccional se encuentra en las zonas situadas dentro de los límites de su jurisdicción nacional; y en el caso de procesos y actividades realizados bajo su jurisdicción o control, y con independencia de dónde se manifiesten sus efectos, dentro o fuera de las zonas sujetas a su jurisdicción nacional. 

Crítica:

 

Los 3 países que más contaminan por sus emisiones de dióxido de carbono son: China, con 9,9 mil millones de toneladas de emisiones de CO2, debido en gran parte a la exportación de bienes de consumo y su gran dependencia del carbón; Estados Unidos con 4,4 mil millones de toneladas de CO2, por ser la primera potencia industrial y comercial del mundo e India con 2,3 mil millones de toneladas de CO2.

 

Colombia aparece en el puesto 139 en emisiones de CO2, entre 195 Estados reconocidos en el globo terráqueo, que se ordenan de más a menos contaminantes, correspondiéndole a Colombia el 0,4%, del efecto invernadero, del total mundial de emisiones.

 

Según la ANH, para diciembre de 2023, las reservas de petróleo -los residuos y subproductos son contaminantes-, se redujeron a 2.019 barriles, un descenso de 54 millones de barriles en comparación con el año 2022. Las reservas de gas también registraron una caída significativa, situándose en 2.373 giga pies cúbicos probados, lo que representa una disminución del 15,8%, con implicaciones negativas para la economía del país, que van más allá del simple hecho de quedarse sin estos recursos vitales. La situación afecta múltiples sectores y puede desencadenar una serie de consecuencias económicas y sociales que requieren atención inmediata, impactando directamente en los ingresos fiscales del país.

 

Estos datos señalan que hacer una transición energética no es prioritaria en nuestro país y que obedece a un capricho político y una irresponsabilidad económica del Gobierno Nacional.

 

Y si sumamos, la no exploración, ni explotación de gas, ni de petróleo, menos tenemos por qué asustarnos en la emisión de dióxido de carbono. Pero, si sigue debe ser un compromiso individual y Estatal, la mejora del medio ambiente.

 

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Créditos de imágenes: foto de la COP 16 cortesía de la Cancillería de Colombia y de biodiversidad creada por Despejando Dudas

 

Algunas negrillas por Despejando Dudas

Las opiniones acá expresadas no representan necesariamente el pensamiento editorial de Despejando Dudas y son de absoluta responsabilidad del autor.

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