Miradas iluminadas, corazones hinchados de felicidad y sentimientos de orgullo por una labor cumplida con amor y satisfacción, es un sueño que Empresas Públicas de Medellín (EPM) permite a su equipo de artesanas al vivir sus jornadas laborales.
Ambas artesanas laboran a diario con esmero para que los alumbrados de Medellín encanten a propios y visitantes
Como un cuento de hadas en un verdadero taller de magia; magia que comparten con visitantes nacionales e internacionales al final de cada año.
Por Cristina Torres Rivera
El Río Medellín ha sido uno de los lugares emblemáticos para que los alumbrados navideños hagan su mejor gala, este 2022 la magia se duplica, pues Disney y su mundo mágico hacen parte de esta historia. En la vida real vemos mujeres con diversos nombres, unos largos, otros cortos, algunos sonoros y muchos hasta nos los tienen que repetir varias veces para aprendérnoslos, sin embargo, cuando escuchamos el término artesanas solemos relacionarlo con un cuento de hadas, sí, ese cuento de Peter Pan que nos hace pensar en Wendy, una hermosa mujer trabajadora que siempre da la mejor de ella para que todo salga perfecto, hermoso y atractivo para todos, así como lo hacen las 123 artesanas que trabajan diariamente para que los alumbrados de Medellín sean un Encanto para los visitantes que año tras año visitan la ciudad con sus familiares y amigos para disfrutar de estas fechas.
Las Wendy de Medellín que trabajan en el alumbrado navideño son en su mayoría mujeres cabeza de hogar que encontraron en los alumbrados la magia para darle a sus familias unas mejores condiciones económicas. En el taller como llaman su lugar de trabajo, la amistad y la colaboración son fundamentales para el desarrollo de sus actividades y es que estamos hablando de un equipo de 360 compañeros entre ingenieros, arquitectos, diseñadores, soldadores y artesanas comprometidos con la ciudad y con la comunidad para que cada año los alumbrados sean mejores que los anteriores.
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Claudia Elena Zuleta, artesana navideña que vive en Santa Cruz la Rosa dice que ser parte de este equipo representa orgullo, pasión y dedicación, elementos que según ella debe tener toda artesana, además manifiesta: “es que tener como esa habilidad de ver plasmadas esas figuras con estas manitos que trabajan allí el día a día y entregar toda esta belleza, todo este colorido, toda esta magia a tantas personas que yo sé que van a disfrutar de ellas es muy satisfactorio”.
Durante el proceso de elaboración de las figuras, Claudia alcanzó a construir alrededor de 100 mariposas aparte de las mandalas que van sobre el Río. De acuerdo con esta artesana se “van a encontrar aproximadamente 30 mil figuras que se elaboraron en el taller, infinidad de palmeras aparte de los personajes basados en Encanto de Disney y todas las barcazas en el Río iluminadas con bastante colorido”.
Hacer parte del equipo de artesanas es un proceso de aprendizaje, risas y hasta preocupaciones, Claudia llegó con una experiencia laboral en confecciones y se encontró con materiales como el papel y las mangueras: “al principio era dificultoso porque se le corría a uno el papel y yo pensaba cómo voy a hacer esto, pero no, uno lo va logrando, me enseñaron a colocar el papel, luego el proceso de manguera y ahí ya seguí en el proceso y aprendí a elaborar estas figuras ya más fácilmente hasta el día de hoy”, expresa.
Por su parte, Flor María Velásquez quien lleva 22 años como artesana navideña, cuenta que ella es el orgullo de sus dos hijos y nieto: “ellos me admiran demasiado, dicen que yo soy una guerrera, que hacemos cosas maravillosas, son como mis fans”. Para esta madre que vive en Santa Cruz parte baja, llevar el título de artesana navideña significa amor, ser una mujer guerrera, valiente y que además de eso le da la oportunidad de mejorar la situación económica de su familia y darle una mejor calidad de vida a sus hijos: “de ahí, yo con mi esfuerzo y con mi dedicación saqué mis hijos adelante y pudieron estudiar y mi hijo pudo cumplir el sueño de irse para España, mi hija es docente y me siento demasiado orgullosa y cada año, año tras año uno dice este año no, pero cada vez que uno ve eso a uno le provoca llorar y se le eriza la piel de ver las maravillas que uno hace, porque uno dice: “ ¿yo si hice esto? esto es una belleza”.
Finalmente, tanto Claudia Elena como Flor María se convierten en unas artesanas voceras de los alumbrados navideños, pues ambas insisten en la importancia de visitar el alumbrado ya que no solo es un motivo para unirse en familia en torno a esta actividad y apreciar la belleza de los mismos, sino que sirve para incentivar el turismo, dinamizar la economía y generar empleo ya que hay muchas personas, así como ellas que generan ingresos de este proyecto.
Los alumbrados navideños de Medellín y que estarán ubicados en varios puntos de la ciudad, se podrán disfrutar y visitar todos los días de 6:00 p.m. a 12 de la noche entre el 7 de diciembre y el 15 de enero de 2023.